Vida

Jesús Moncada Estruga nació en Mequinenza el uno de diciembre de 1941 cuando la villa tenía un dinamismo vital entre llaüts, mineros y vida social en la plaza, en el mercado, en los cafés, etc. y más de tres mil habitantes, antes de que se construyera el pantano en el año 1966. 

El lignito que se extraía de las minas significó una fuente de ingresos importante, no solamente para los mequinenzanos sino para la comarca y los pueblos de alrededor, como Nonaspe y Caspe, desde donde se viajaba con camión para trabajar en ellas durante la semana. El carbón se transportaba con las embarcaciones denominadas llaüts a través del Ebro.

Jesús Moncada era el hermano mayor de una familia de tenderos con tres hijos. Cuando tenía doce años marchó a Zaragoza donde estuvo interno en el colegio Santo Tomás de Aquino, propiedad de la familia Labordeta, donde daban clase los poetas Miguel Labordeta y Rosendo Tello. Moncada explica que aquel centro era entonces un reducto cultural liberal dentro de la oscura y triste ciudad de provincias que, en los años 50, era Zaragoza.

A la edad de veinticinco años, —animado por el escritor, también mequinenzano, Edmon Vallès— marchó a Barcelona. Allí aprendió a escribir literatura en su lengua materna —a pesar de las dificultades por la dictadura de Franco—. La pintura fue la primera manifestación artística de Moncada. También trabajó como corrector de pruebas, durante trece años, en la editorial Montaner i Simón, hasta que cerró. Conoció a Pere Calders, recién llegado de su exilio en Méjico, quien le animó a escribir y publicar sus primeros cuentos, que obtuvieron el premio “Joan de Santamaria”, el año 1971. Diez años más tarde los publicó como Històries de la mà esquerra con prólogo de Pere Calders. En el año 1986 se publicó El cafè de la Granota.